viernes, 13 de diciembre de 2013

Colaborando en la Red



Siempre me ha encantado colaborar y cooperar, sin importar el entorno y las herramientas utilizadas para ello. La colaboración y la cooperación digital suponen un reto que puede hacer aflorar lo mejor y, a veces, lo peor de cada uno. Todo ello me hace pensar en cómo colaboro en entornos digitales, qué papel adopto, me dejo llevar o trato de tomar la iniciativa, valoro el trabajo de mis compañeros, comparto o no mis miedos e inseguridades, hago aportaciones valiosas o participo sin parar sin reflexionar acerca del valor de mi trabajo, trato de generar un buen ambiente y una cohesión o voy por mi cuenta, me siento motivada o desmotivada por mis compañeros. Todas estas preguntas me hacen darme cuenta de qué tipo de compañera soy cuando colaboro, sin importar el entorno o la herramienta. Durante el curso he descubierto qué tipo de persona soy cuando colaboro en un entorno digital, aunque no siempre me haya gustado lo que he descubierto sobre mí misma.
Mi decálogo de buenas prácticas del aprendizaje colaborativo en red serían:
-Toma la iniciativa respetando el espacio de los compañeros
-Valora el trabajo de los demás por insignificante que parezca
-Admite tus inseguridades y déjate ayudar
-Busca el consenso y el buen ambiente, no la confrontación
-Reflexiona antes de participar y sopesa las aportaciones
-Participa y respeta el ritmo de participación de los demás
Creo que para ser capaces de colaborar y cooperar en entornos digitales es necesario ser respetuoso, tolerante, paciente, activo, entusiasta, reflexivo, honesto y cordial.

A dónde voy y de dónde vengo, mi competencia digital

Conocer las herramientas de gestión de la información y del conocimiento no implica ser un usuario activo de las mismas y creo que ese es mi caso. Comencé este camino conociendo algunas de las posibilidades que exixtían y continúo por el mismo siendo más precavida en cuestiones de seguridad, más consciente de la importancia de cuidar mi identidad digital y del potencial de los nodos para seguir aprendiendo. También le he perdido el miedo al uso de ciertos códigos comunicativos propios de los contextos digitales y a la participación en ciertas comunidades virtuales. Creo que ha sido fantástico compartir, experimentar y reflexionar. Espero poder seguir aprendiendo en colaboración y haciendo uso de las herramientas digitales.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

MI PLE, se hace camino al andar

Este es mi PLE:




En mi PLE he tratado de plasmar la idea de la búsqueda de información y del filtro u organización de la misma para luego intercambiar, compartir y colaborar a través de la comunicación y seguir aprendiendo según mis necesidades usando la tecnología.

He tratado de clasificar las diferentes harramientas y recursos por colores:
1. Herramientas para buscar información: (naranja, amarillo, blanco, azul verdoso, marrón) diccionarios, herramientas para buscar publicaciones o capítuos de libros, herramientas para encontrar audio, video e imagen y modificarlos.
2. Herramientas para filtrar y organizar la información: (verde) herramientas para filtrar, organizar y clasificar enlaces e información.
3. Herramientas para compartir y colaborar: (rosa y rojo) herramientas colaborativas para seguir aprendiendo.
4. Herramientas para comunicarme y relacionarme: (gris) redes sociales
Algunas herramientas se solapan y podrían estar agrupadas en varios lugares.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Aprender compartiendo, colaborando y reconstruyendo

Yo veo el PLN (red personal de aprendizaje) integrado dentro del PLE (entorno personal de aprendizaje) ya que el PLE es un buen modo de agrupar todos los recursos o fuentes de información, las herramientas y las conexiones con personas para poder seguir aprendiendo según nuestros objetivos y necesidades a lo largo de nuestra vida. Pero uno es interdependiente del otro ya que el PLE sin el PLN no tendría sentido pues el PLN nos permite aprender intercambiando, compartiendo y colaborando, relacionándonos y comunicándonos con otros.
Un maravilloso ejemplo gráfico que sintetiza estas ideas es el siguiente, de Jordi Adell y Linda Castañeda:
Todo ello nos muestra que este "aprendizaje como participación" (Sfard, 1998), que varía según las circunstancias particulares de cada uno, contribuye a la reflexión sobre la práctica docente y a la reconstrucción colaborativa del conocimiento (en Castañeda y Adell, 2001).
Castañeda, L. y Adell, J. (2001): El desarrollo profesional de los docentes en entornos personales de aprendizaje (PLE). En Roig Vila, R. y Laneve, C.(Eds) La práctica educativa en la Sociedad de la Información: Innovación a través de la investigación/ La practica educativa nella societa dell´informazione: L´innovazione attraverso la ricerca. Alcoy: Marfil: 83-95.


jueves, 21 de noviembre de 2013

Mi identidad digital ¿Limpia, brilla y da esplendor?

En nuestro paso por el mundo digital dejamos huellas. Pero no huellas que se pueda llevar el viento, sino huellas que perduran y se multiplican hasta el infinito. En primer lugar, nuestra pisada, es decir, todo lo que hacemos, decimos o compartimos queda expuesto en una fina y sensible red. En segundo lugar, aquellos que ven nuestra huella marcada en la red, la comentan, comparten y completan, de modo que nuestra huella inicial se multiplica y expande en el espacio y el tiempo y apenas percibimos nuestra huella inicial.
Las múltiples huellas no paran de crecer, reproducirse y fosilizarse.
Yo me pregunto ¿podremos algún día decidir por nosotros mismos el control de nuestras huellas para que nadie se apropie de ellas y pueda ejercer control alguno sobre nuestras pisadas?